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Apuntes sobre el Pacto Rural

Los pasados 15 y 16 de junio se reunían en Bruselas algo más de 400 personas de toda Europa relacionadas con el desarrollo rural para atender al primer evento relacionado con el dado en llamar Rural Pact (Pacto Rural) organizado, entre otras entidades, por la Comisión Europea.

La Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER) estuvo presente a través de su gerente, Luis Miguel Rebustiello, y el gerente del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Bajo Nalón, Juan Antonio Lázaro Menéndez, y allí participaron y coincidieron con entidades como la Fundación CTIC con su centro de innovación Rural Tech, otras redes autonómicas, la Red Española de Desarrollo Rural (REDR) o emprendedores del medio rural asturiano, cuyos pareceres recogemos en este artículo, que sigue al publicado con la reflexión del gerente de READER.

La experiencia de un gerente de GDR

Juan Antonio Lázaro Menéndez es el gerente del GDR Bajo Nalón, integrado en READER. Según nos cuenta, “lo más interesante de unas jornadas en las que primó lo etéreo frente a lo práctico y resolutivo fueron tan solo algunas pinceladas detectadas en los seminarios paralelos o workshops, aportadas por personalidades de diversas procedencias y condición, han roto la monotonía de los contenidos allí desarrollados”.

Lázaro Menéndez se centra aquí en el seminario ‘La dimensión local y regional del Pacto Rural’, centrado en la implantación a escala local del Pacto, de la que dice que “tuvo una buena dinámica y el nivel de los ponentes dejó claro su conocimiento del tema”.

Ulrika Landergren, del Comité de las Regiones, aportó datos y una visión integradora del territorio, defendiendo políticas globales que unan lo rural y lo urbano, desde una perspectiva de cooperación y solidaridad. Coincidió junto a otros participantes, como el parlamentario europeo Franc Bogovic o la directora ejecutiva de Eurocities, Dorthe Nielsen, en la importancia de la digitalización integral del medio rural y la conectividad interna, con el desarrollo de redes de transporte público, como ejes fundamentales para la prosperidad y el futuro de estas zonas.

Tomando ejemplo de integración urbano/rural, desde la perspectiva de los mercados km 0 o la prestación solidaria de servicios, se puso ejemplos como el de Grenoble (Francia), donde la integración de políticas globales y medidas coordinadas están dando resultados inmediatos. Otros casos paradigmáticos son los modelos de integración urbano/rural de Goteborg o Malmö (ambas en Suecia), a todos los niveles.

Adrian Ovidiu, representante de la Confederación de Ciudades Europeas, que abarca entidades de pequeño y mediano tamaño, insistió en el tema de la conectividad y la necesidad de integrar los espacios de transición urbano-rurales en comunidades de menor tamaño, ámbito en el que se está trabajando en el modelo de gestión de espacios sostenibles.

Por su parte, Raschad Alkafasi, representante de la FAO realizó la intervención más destacada y prolífica. La transformación de los sistemas productivos es clave en todo el proceso para garantizar la soberanía alimentaria, como nos ha quedado claro tras el conflicto de Ucrania. Las interdependencias generan estrategias arriesgadas que se pueden romper por diferentes causas, ajenas en muchos casos a nuestras competencias. La innovación a escala de producto y mercado se orienta hacia la mejora de la calidad y la productividad, conjuntamente o por separado, adaptándose a las circunstancias del mercado y la coyuntura política global.

El aprovechamiento de los recursos alimentarios de los sistemas locales debe ajustarse a la realidad de cada espacio, garantizando su sostenibilidad, ya que el desequilibrio a pequeña escala es el primer paso para que la globalidad se tambalee, y ese equilibrio es clave para la sostenibilidad del sistema. Si la base falla, el todo se rompe o es inestable.

El papel de las pequeñas y medianas granjas es determinante en estos sistemas urbano/rurales, ya que en situaciones concretas, deben suministrar muchos recursos, por lo que debemos mejorar la productividad y propiciar su integración en mercados locales, sustituyendo a productos que generan mayor impacto ambiental al proceder de explotaciones intensivas menos sostenibles, intensivas y que generan costes añadidos por su transporte.

Como conclusión, todos los ponentes coincidieron que a la hora de afrontar el reto demográfico, el establecimiento de sistemas productivos agrarios sostenibles son clave a la hora de generar recursos, dimensionando su tamaño al mercado próximo y a las condiciones del terreno. Lo urbano y lo rural deben entenderse, partiendo de una equidad a la hora de disponer de los mismos servicios públicos y generando actividades económicas, incluso de base agraria, que permitan un sistema estable y autónomo alimentariamente, o al menos poco dependiente.

La experiencia de CTIC Rural Tech

La Fundación CTIC también estuvo presente en la Conferencia por el Pacto Rural Europeo, reforzado por su línea de trabajo relativa a los territorios inteligentes con Rural Tech, equipamiento ubicado en Peón (Villaviciosa). Como centro tecnológico basado en las tecnologías digitales, explica su responsable Pablo Coca, el propósito de sus desarrollos es la aplicación de este conocimiento en diferentes dominios: uno es en los territorios inteligentes, lo que se conoce como Smart Rural. La conectividad es una línea estratégica de trabajo para el centro, reforzada por el Horizonte 2040 de la Comisión Europea y su visión a largo plazo.

“Trabajamos en lo local y en lo internacional”, explica Coca. En el apartado internacional lo que interesa es contribuir, aprender y adquirir conocimiento y capacidades que se puedan después adaptara lo local “para nuestras empresas, pueblos y sus habitantes”. Señala el responsable de Rural Tech que en este apartado es donde se establece la interrelación con READER: “nosotros en temas de digitalización y conectividad y la Red en desarrollo territorial. Así nos adherimos a la Rural Pact Community en este primer gran evento de lanzamiento”.

CTIC participó como asistente de varias de las mesas de trabajo temáticas organizadas, en las que se daba a conocer diferentes experiencias y se lanzaba un debate que se trabajaba a través de dinámicas de grupo, formados por perfiles muy variados en los que tenían representación todos los stakeholders relacionados con los temas a tratar. Unos debates que, según Pablo Coca, permiten conocer que “las problemáticas son comunes independientemente de cómo de alejados estén los territorios”.

Presente en varios de estos grupos de trabajo, en el caso de CTIC su interés se centró más en la parte de la digitalización, aunque estuvo presente en otras como la cofinanciación de proyectos o los ecosistemas de innovación en zonas rurales. En el apartado de la digitalización, el debate contaba con dos patas, la conectividad y las infraestructuras, y las aplicaciones o soluciones a desarrollar. “Obviamente el interés se centró más en la conectividad, puesto que es necesaria para que se dé la segunda”.

Allí se habló de la iniciativa de la Comisión Europea Connecting Europe Facility (CEF) para conseguir infraestructura  a nivel de giga, que acompañaría a la visión a largo plazo para el 2040 de la UE. “Aquí se abrió un debate interesante porque en el 99% de los casos que hablamos de esto, lo hacemos a nivel de población, y no de territorios. La fibra llega a los primeros, pero no a los segundos. Si tenemos ganado alejado de los núcleos, la tecnología no nos serviría o quedaría invalidada en parte”, explica como introducción a la presentación del proyecto en el que participa Rural Tech aportando conectividad como probador dentro de la tecnología Smart Link, con un sistema de satélites de órbita baja, “lo que permite que el tiempo de respuesta del sistema sea muy bajo, uno de los principales hándicaps en la respuesta por satélite”. Un proyecto que despertó el interés de la DG Agri que no compite con el despliegue de la fibra, sino que favorece la conectividad a nivel de territorios, y que también se trasladó a los propios servicios de comunicación del evento, quienes les hicieron una pequeña entrevista. “Con Smart Link alcanzamos los 300 megas, cuando los 100 megas ya te habilita para ofrecer soluciones”, añade Coca.

La experiencia, según el responsable de Rural Tech, se traduce en “el establecimiento de contactos, en el networking, en el conocimiento de diferentes experiencias desarrolladas en otros territorios, en el establecimiento de sinergias”, más allá de los discursos.

La experiencia de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía

Según Pedro Menéndez, coordinador de proyectos de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA), lo más valioso de eventos como éste son “los contactos, el trabajo de networking, las conversaciones sobre la Comisión Europea, como saber que para julio y septiembre saldrán los planes estratégicos…”. Menéndez señala que “leo y estudio mucho, con lo que el evento en sí no me descubre la pólvora; lo interesante es conocer experiencias llevadas a cabo en otros territorios, saber qué se está haciendo, qué está resultando o qué no en esas zonas”.

Y por supuesto lo que la propia entidad de cada cual está desarrollando tanto de manera más o menos interna como con otros territorios. Así recuerda el trabajo que desde ARA se está llevando a cabo en el diseño de la estrategia LEADER del próximo período, que Menéndez aprovechó para compartir con personal de instituciones y entidades de toda Europa.

La experiencia de una emprendedora rural

Elisabet Acedo está comprometida con el medio rural como emprendedora desde el concejo de Valdés, como miembro activo a nivel participativo en una asociación de vecinos y como doctoranda que investiga en innovación social en cuanto a participación en los territorios en cuestiones de desarrollo y despoblación: cómo sus habitantes se implican y cómo se les deja implicarse.

Acedo hizo el esfuerzo económico de viajar a Bruselas por su gran interés por conocer ejemplos y experiencias europeas en este tema, de ahí que lo que más valore del encuentro los contactos que se pueden establecer y el conocimiento de esas maneras de hacer que se están llevando a cabo por otras comunidades. En ese sentido afirma que “me ha servido de muchísimo”, lo que no quita de un sentimiento contrapuesto en el que destaca “la decepción”.

Esta decepción está relacionada, por un lado, con el discurso “poco innovador por parte de la UE hablando de la línea de subvenciones, de que los jóvenes se tiene que quedar en el rural… pero no he visto un discurso que ataque los problemas. Si la gente se va es porque no le rinde, porque pierde dinero, porque quiere las mismas ventajas para sus hijos que para los del urbano… Si heredas una granja y no te quedas, es porque no da rendimiento. La UE habla de aprovechar subvenciones para los proyectos, pero no ataca por qué no funcionan esos proyectos”.

Por otro, por la gran presencia de instituciones y la nula de gente de lo urbano, de la industria, “que es la que marca los precios”, los municipios y del rural. “La empresa y lo urbano se tiene que comprometer con el producto local, la economía circular, pagar unos salarios dignos que permitan consumir en lo local. Y faltaba gente del rural porque la UE no facilita su asistencia, no interesa esa participación, no se les escucha, se legisla desde oficinas y hay un gran distanciamiento de la gente del campo hacia las instituciones. Hay que llevar a la gente al campo en estos eventos y no al revés. Hay que dar la voz a la gente del campo porque hay muchas cosas que no se ven desde los despachos”.

En opinión de Acedo, “falta mucho asesoramiento a la hora de ver si los proyectos son rentables o no. Lo interesante es el trabajo de networking y hay mucho representante institucional que no baja a ese nivel, no tienen contacto con el medio rural”. Y señala que “el problema es que hay que mantener el medio y los que se quedan necesitan servicios que cada vez cuestan más: a más subvención, más coste”.

Elizabet Acedo se muestra crítica con la postura de la UE de que la juventud debe quedarse y ser atraída hacia el medio rural, sino que deben ser libres en su elección “porque lo que se ve en el rural es un empobrecimiento progresivo, y eso no da libertad para elegir. Que manden a las granjas a los hijos de la ciudad”.

Señala que también había ejemplos espectaculares “que las instituciones deberían visitar, como iniciativas en Canadá o Irlanda, las comunidades energéticas en el norte de Europa…”. La lectura que realiza Elisabet Acedo es en positivo: “me sirvió mucho para darme cuenta de muchas cosas, me abrió los ojos. Valió muchísimo la pena, tanto con lo positivo como con lo negativo”.

También señala que “aquí, en Asturias, se trabaja mucho por el medio rural. Lo que pasa que no les queda otra que aplicar toda la normativa que les dicta la UE. Creo que hay que cambiar cosas desde arriba porque desde abajo están muy encorsetados por esas directivas. Pasa que hay desarrollos de leyes o programas que se quedan sin sentido por todos los requisitos que tienen que seguir dictados por la UE y a los que se destina grandes partidas”.

Para leer las propuestas del Pacto Rural, pincha aquí.

Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural

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