
En su casa había barco, así que desde los 14 años la vida de Francisco José González Rodríguez, director general de Pesca Marítima, está ligada a la mar. O de antes, no en vano es nacido en Luanco, villa costera. Afirma que el Centro Integrado de Formación Profesional del Mar es su segunda casa: aquí estudió (el título de capitán lo sacó en el País Vasco), aquí impartió formación y aquí se desempeña como director general. Ésta es su tercera legislatura desde que llegara en 2018 siendo consejera María Jesús Álvarez, luego con Alejandro Calvo y ahora con Marcelino Marcos.
De profesión marino desde temprana edad, primero se dedicó a la pesca y después estudió capitán de buque factoría en caladeros internacionales, como los de Malvinas. “El año de 2018 es un cambio total: mi vida anteriormente estaba ligada a la pesca en el mar, pero también con la formación”, afirma. En este mismo edificio durante 25 años dio clases a futuros patronos de pesca de Asturias y de otras comunidades autónomas. Ahora se dedica a la gestión, que “entraña gran dificultad. Al principio no conoces de qué va”, señala en relación a su desempeño en la política. Aunque como ventaja, y al ser las instalaciones compartidas, conocía a los trabajadores de la Dirección General de Pesca. Queda claro, pues, que aúna el conocimiento de la profesión en el sector pesquero y por eso “me animo a dar el paso”.
¿Qué valoración hace del periodo que concluye?
Hace varios años hicimos una hoja de ruta, una estrategia del sector pesquero asturiano para el periodo 2023-2030, con un horizonte temporal de 10 años. En esa estrategia se da un paso muy importante con las mesas de trabajo donde afloraron las inquietudes y dificultades que tiene el sector pesquero en general, y en particular el asturiano.
Nuestro sector es muy especial porque se trata de una flota mayoritariamente artesanal de barcos de pequeña eslora, por lo tanto de pesca del día. Eso nos hace diferentes, aunque también tenemos unos siete barcos que faenan en caladeros de aguas comunitarias, que presentan o necesitan atención por nuestra parte. Esa particularidad que tiene nuestra flota genera una serie de ventajas y de problemáticas que abordamos en esa estrategia, primero con el FEMP y lo continuamos con el FEMPA.
Yo diría que el mayor problema que tenemos ahora es el relevo generacional, pero está relacionado con el resto de problemas que tiene el sector pesquero y el primer problema es la rentabilidad de la flota pesquera. Si hablamos de pesca y de rentabilidad, la pesca depende de las posibilidades que tenemos en las especies principales que dependen en buena medida de las taquicuotas (las posibilidades de pesca que se reparten anualmente a nivel comunitario y para algunas especies a nivel internacional, por ejemplo el bonito). En función de esas posibilidades de pesca nuestra flota tendrá más o menos rentabilidad.
Aquí quiero mencionar que desde el 2018 hemos cambiado a mejor de manera muy importante: se establecieron unos mecanismos de compensación para determinadas flotas en aquellos años deficitarios, y hablo no únicamente de la merluza. Ahora ese nuevo reparto se establece en función de la mayor o menor dependencia de las flotas, un paso muy importante. Con nuestras especies principales estamos bastante bien. Hay una pega con la caballa, una especie importante para nosotros, y que hace ya tres años toda la flota del Cantábrico Noroeste que empleaba la modalidad anzuelo, no sabemos muy bien por qué causas, no es capaz de alcanzar las cuotas que anteriormente alcanzaba.
En el sentido de rentabilidad en relación con las posibilidades de pesca hemos avanzado mucho en estos años.
Hay que tener en cuenta la especifidad de una flota artesanal como la nuestra.
Hablando de una flota artesanal como la nuestra, hay unas especies que son competencia de nuestra comunidad autónoma, que pertenece al segmento de artes menores y con la particularidad de que puede alternar modalidades de pesca. Por poner un ejemplo, un palangrero de fondo solo puede utilizar el arte de palangre, mientras que un pesquero del segmento de flota de artes menores puede utilizar el palangre, la nasa, ir a bonito o ser mariscador. Por lo tanto el percebe, el ocle, la angula o el pulpo son especies de gestión autonómica y que son muy importantes para este segmento de flota mayoritaria que tenemos.
En este sentido en estos años hemos hecho un ejercicio muy importante para establecer planes de gestión en todo el litoral asturiano. En el 2018 solo teníamos en la parte occidental y lo que hicimos fue exportar ese modelo que funcionaba a todo el litoral asturiano, con lo cual hemos pasado de una inversión aproximadamente en el 2018 de 300.000 euros en planes de explotación a unos 700.000 euros que tenemos ahora. Son planes de cogestión con las propias cofradías y eso nos ayuda a llevar una gestión mucho más sostenible, es decir, acotamos tiempos de pesca y número de licencias y de esta manera aumentamos la rentabilidad de nuestro segmento de flota de artes menores. Por lo tanto, una parte muy importante para nosotros es la rentabilidad, si el oficio de pescador no es rentable, lógicamente no va a haber relevo generacional. Como asignatura pendiente: transmitir a la población y a las futuras generaciones esta estabilidad pesquera que tenemos en Asturias y, por lo tanto, que la pesca puede dar lugar a tener una posibilidad de desarrollar un proyecto de vida.
El relevo generacional es una especie de espada de Damocles.
La flota asturiana es muy particular. En relación con el relevo generacional hay una situación muy importante, que es la posibilidad de llevar a cabo una actividad pesquera en conciliación con la vida familiar. En Asturias hemos hecho una norma de descanso semanal donde los fines de semana, salvo algunas excepciones por razones de competitividad económica de la flota, no permitimos que se trabaje. Con lo cual trabajar de lunes a viernes unas determinadas horas permite hacer una vida familiar normal. Eso es importante para que las nuevas generaciones que se quieran dedicar a la pesca tengan en cuenta esta situación.
A partir de ahí tenemos claro que tenemos que mejorar algunos aspectos como es la seguridad de las embarcaciones o la mecanización en los trabajos que se desarrollan tanto en los barcos como en tierra y ahí es donde enfocamos una parte importante de nuestra actividad con las ayudas que llamamos a flota. Hemos sido la única comunidad autónoma que en el 2024 ha hecho una convocatoria de ayudas a la flota artesanal porque así lo permite este nuevo ciclo del fondo europeo FEMPA con una intensidad del 100%, es decir, esto solo lo permite para la flota artesanal, con lo cual tengo que decir que este fondo dio un paso adelante en lo que es la diferenciación de una flota que tiene muy bajo impacto ambiental y que genera muy baja huella de carbono.
Hemos hecho esta convocatoria en 2024 con 1,5 millones de euros, que impactó en lo que queríamos: la modernización y mecanización de nuestra flota. También actuamos en las cofradías de pescadores, y aquí utilizamos un elemento que nos parece importantísimo, que son los Grupos de Acción Local de Pesca y que van dirigidos a tres niveles: entidades sin ánimo de lucro y entidades locales (ayudas no productivas); y personas jurídicas y empresas privadas (ayudas productivas).
En cuanto a entidades sin ánimo de lucro, están haciendo una labor importantísima. Tenemos 18 puertos con 18 cofradías de pescadores, y vuelvo aquí al relevo generacional: es muy importante que en estos puertos no desaparezca la actividad pesquera porque es el reclamo a las nuevas generaciones para poder incorporarse al sector. Nuestro objetivo, y esto lo hacemos mucho con los GALP, es visibilizar el trabajo de la pesca seguro y con cierto grado de confort. A través de los GALP este ciclo estamos mecanizando todo lo que es el desarrollo de la actividad pesquera dentro de nuestras lonjas: carretillas elevadoras, el proceso de producción y la comercialización en nuestras lonjas. Tanto los GALP como las cofradías están transmitiendo una parte muy importante: me preocupa la imagen que se traslada del sector, muchas veces del pasado. Hemos dado pasos muy importantes para que los chavales vean de otra manera lo que es la pesca pero sin olvidar la tradición pesquera. A través de los GALP hay muchas cofradías que hicieron aulas didácticas donde puede verse lo que fue la actividad pesquera en el pasado y el salto tan grande y lo que es en la actualidad.
Una parte muy importante es la comercialización. La pesca en Asturias no es solo la flota, que al ser artesanal diariamente descarga en nuestros puertos pescados de máxima calidad que va a distribuirse entre la hostelería local, y esto me parece un reclamo turismo de primer orden. Es decir, la gastronomía y la hostelería y la pesca están tremendamente vinculados en nuestra región y, por lo tanto, el turismo. La pesca es mucho más que el sector extractivo, hay todo un entramado económico que parte de la comercialización, pero luego la industria naval, la transformación con grandes empresas con una calidad tremenda, y que son el motor del sector extractivo, por eso destinamos un parte importante de nuestro presupuesto a modernizar e impulsar este sector.
Otro sector pujante es la acuicultura, donde hemos avanzado en estos últimos dos años con siete u ocho empresas de acuicultura de trucha continental, pero este año hemos dado el salto a la inversión de un importante grupo y se ha creado una importante piscifactoría de lenguado en tierra en El Musel, con una capacidad de producción de unas 400 toneladas anuales en su primer módulo y que en la proyección de futuro tiene en mente generar más módulos y más producción y llegar a unos 125 empleos directos.
Por otra parte está la línea de los ayuntamientos, que se están encargando, de alguna manera, de visibilizar a través de murales lo que era la actividad pesquera tradicional de nuestros puertos que, además, fue el desarrollo de la vida en ellos, y viendo el contraste con lo que hoy es una lonja de pescadores, con una vida modernizada y mecanizada, que de alguna manera ha cambiado el trabajo en la mar.
Como decía, los GALP son muy importantes: hay otra línea a empresas privadas donde quiero destacar que nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de la familia pesquera. Todos los proyectos son ilusionantes porque muchos de ellos son hechos por pescadores o familiares de los pescadores. Ésa para mí es la idea, no que el pescador deje la actividad pesquera o la mar, sino que a través de las ayudas que podamos dar, pueda mejorar la economía de la familia pesquera.
Yo empecé de pescador de chaval y me decían que va a ser un profesión dura, vas a estudiar para capitán y vas a estar fuera--- una vida difícil en ese sentido. Pero jamás me dijeron que yo no iba a vivir de esta actividad. Ahora parece que se transmite esa situación de malvivir. La actividad pesquera ahora mismo es rentable y se puede vivir de ella y, además, en unas buenas condiciones de desarrollo de la profesión.
Por eso quiero destacar esos 6 millones que destinamos al Desarrollo Local Participativo como una de las medidas importantes que inciden en la mayor problemática de nuestro sector, que es, precisamente, el relevo generacional.
¿Y cómo cambiar el relato?
En la mar a veces es el propio pesimismo y negativismo que tiene el sector el que dificulta que los chavales elijan la profesión de pescador. Esta profesión en los últimos años ha cambiado mucho, ya no es lo que era, aparte que hay una diferencia con otros sectores, y es que nosotros tenemos ayudas en el sector primario a la incorporación de los jóvenes pescadores. Eso a veces no lo conocen, o no llegan, aunque lo difundimos todo lo que podemos. Un joven pescador que se quiera incorporar al sector como armador por primera vez, tiene una ayuda ahora mismo del 40% del coste de su incorporación. Sí es verdad que hay que cumplir unos requisitos (menor de 40 años, una cierta experiencia en el sector…) pero son lógicos y que hacen que el acceso a la profesión sea mucho más fácil.
Luego nuestras lonjas de pescadores tienen unos servicios adecuados a las necesidades del sector: están mecanizadas, modernizadas y generan una visibilización del sector real. Nuestras lonjas están prácticamente en pleno corazón de nuestros pueblos, son lugares de paseo de los ciudadanos, por eso me parece importantísimo que la actividad pesquera nunca desaparezca de los puertos como reclamo a que las nuevas generaciones puedan ver la actividad que se puede desarrollar en su proyecto de vida.
¿Cuál es la edad media del sector asturiano actualmente?
Un problema añadido al relevo generacional es que los pescadores, por el coeficiente reductor, se pueden jubilar primero, igual a los 55 años pueden alcanzar la jubilación. Por eso la media es bastante alta y la incorporación de los jóvenes es algo muy importante. Pero también es lo que hablamos, como la modernización de nuestra flota, tenemos que avanzar hacia la descarbonización y con unos barcos más seguros, más cómodos. Tenemos que empezar a navegar en barcos del siglo XXI.
De cara al nuevo período FEMPA, ¿cuál es el panorama que se nos presenta?
Con el FEMPA yo veo un apoyo más claro a la actividad pesquera artesanal, por eso decía de la intensidad de la ayuda. Es un fondo más flexible, nos da más margen a nosotros para modular esa intensidad de ayuda en función de las necesidades que tenemos en cada uno de nuestros sectores. Me pareció que avanzamos en la gestión del fondo, que era lo que más nos preocupaba, pero todavía nos falta el paso definitivo para hacer algún tipo de mejora de lo que es la relación de la modernización de nuestra flota con la realidad pesquera, por ejemplo. Nosotros lo que tenemos son censos de flota cerrados: cualquier modernización de una embarcación que tenga que ver con el aumento del volumen del barco está todavía relacionado con el esfuerzo pesquero (el motor). Eso a nosotros nos parece un error. En un sistema que tenemos regulado por cuotas pesqueras, es decir, que tú no puedes pescar más de lo que te dan, no sé por qué hay que regular el esfuerzo pesquero también con el caballaje de los motores o con el volumen de los barcos. Digo esto porque el volumen de los barcos nos permitiría una mejor habilitación de estos (no se trata de hacer más bodega de capacidad de pesca), serían barcos más cómodos para incentivar el relevo generacional con unos camarotes individuales, preparados para el acceso a la mujer, que es una asignatura pendiente en la pesca. Hay muy pocas mujeres que se dediquen a la actividad pesquera y quizás también porque los barcos no están preparados para que una mujer esté dentro de un barco actual en Asturias. Y hay otra relacionada con el mundo de las infracciones en la pesca. Hay una situación en la que si tú acudes a una ayuda, pero tienes una infracción pesquera, tienes que devolver la ayuda con intereses, y eso hace que el sector no acuda como tiene que acudir a las ayudas a la modernización. Ojo, que no estoy diciendo que no exista algo que evite que el pescador tenga sanciones, sino que no debería haber esa vinculación de las sanciones con las ayudas, o con determinadas ayudas que tengan que ver con la modernización de los barcos. Si nos planteamos como objetivo la modernización del sector, esto es claramente una situación que no ayuda.
¿Cómo avanza la ejecución de las ayudas?
Lo que son ayudas a flota, fuimos la única comunidad autónoma que dio esa intensidad de ayuda. Fueron prácticamente ejecutadas, no al 100%, pero estamos contentos con el nivel de ejecución alcanzado. Ahora mismo tenemos otra convocatoria donde la intensidad de las ayudas es del 80% y prácticamente vamos a llegar a la ejecución del 100%. Esto en cuanto a ayudas a flota y a la modernización y mecanización estamos contentos, pero también ha influido que haya determinados elementos que en el anterior fondo no eran elegibles, porque se entendía que aumentaba la capacidad de pesca, y en este fondo sí han sido elegibles, lo que ha dado impulso a un nivel de ejecución aceptable en las ayudas a flota.
Volviendo al tema de la mujer, que mencionaba antes, ¿cómo es su situación en el sector?
El oficio realmente siempre fue más de hombres que de mujeres. Hay estudiantes aquí que son mujeres, a las que di clase y son muy buenas profesionales. Pero tienen que ir necesariamente, y van, a barcos de un mayor tamaño, donde la habitabilidad permite la convivencia normal de una mujer a bordo. La pesca artesanal tiene el problema de que los espacios son pequeños. Es verdad que es una pesca al día y las necesidades de habitabilidad a bordo del barco tampoco son las mismas que si están mucho tiempo en la mar. Pero creo que adecuar los barcos e integrar a la mujer es una asignatura pendiente que tendremos que abordar, pero para ello tenemos que dar el paso a la modernización actual de nuestra flota. Nuestra flota pesquera es de las que menor edad media de antigüedad tiene, creo que anda por los 24 años, y la flota pesquera nacional es bastante más vieja. Luego está el trabajo de la mujer en tierra, que ahí sí que hay muchas más mujeres en todo lo que es el ámbito marítimo: tenemos ahora mismo tres agentes de inspección pesquera que son mujeres, hay una gerente de una de las lonjas principales, la de Gijón; en la transformación de los productos de pesca hay muchas mujeres trabajando; y hay rederas. Con las rederas tenemos que trabajar necesariamente en la validación de su competencia profesional, porque hay una problemática en su capacitación profesional, a través de un certificado de profesionalidad. Ahora estamos trabajando con el Centro Integrado del Mar para ver la posibilidad de hacer un proceso de acreditación de competencias de las rederas que nos quedan y a ver si lo podemos hacer en el año 2026.
La situación de las rederas es complicada.
Las rederas requieren una capacitación que en algún caso no tienen. Y desde la Dirección General de Pesca vamos a tratar de facilitar esa capacitación. Hay una parte muy importante en el trabajo de la mujer en tierra que es la rentabilidad. La rentabilidad de los barcos tiene que mejorar, y mejora con las posibilidades de pesca. Si hay una rentabilidad de los barcos, tiene que transmitirse a la gente que es necesaria en tierra, como son las rederas. Y para que exista relevo en las rederas tiene que haber unas mayores retribuciones en su trabajo. Hay que mejorar en la profesionalización, en la titulación, en la capacitación, y a partir de ahí tendría que haber una exigencia de una adecuada retribución en función de su trabajo. Si queremos tener relevo en la pesca, ésta tiene que ser rentable y tener una mayor rentabilidad que cualquier trabajo al mismo nivel en tierra, porque si no uno va a ir a otro trabajo antes que a la mar. Pero también quizás porque no conoce el trabajo en la mar. La actividad pesquera en Asturias se hace en barcos pequeños y el mar Cantábrico en invierno genera muchos descansos. Por lo tanto es una profesión en la que se puede disfrutar de una vida totalmente normalizada, con fines de semana de descanso y durante el invierno por condiciones de la mar y de los barcos de la pesca artesanal también tienen obligatoriamente muchos periodos de inactividad.
Que no quiere decir que no cobren por esos periodos.
La pesca tiene un sistema de remuneración a la parte (en función de lo que pescas, ganas) pero hay meses en los que se gana mucho porque tienen una actividad mayor, como la costera del bonito, pero habrá meses como enero o febrero en el Cantábrico que la actividad pesquera se reduce. Pero ahí la particularidad de nuestra flota: algunos de esos pescadores se convierten en mariscadores, por ejemplo con el percebe, que en Navidad adquiere un precio elevado. Ésa es la importancia que tiene nuestra flota: la capacidad de alternar diferentes posibilidades de pesca.
Dentro del mapa nacional, ¿qué representatividad tiene la pesca asturiana?
Depende de los arrastres de flota. En la flota artesanal somos una de las provincias más importantes: en palangre de fondo en el Cantábrico Noroeste seremos prácticamente si no los que más, casi, o en el arte de malla y volanta también somos una flota importante; pero si nos comparamos con flotas pelágicas como es el cerco, tenemos muy poca representatividad, ahora mismo tenemos cuatro barcos cerqueros en Asturias. No tenemos que olvidar que a derecha e izquierda tenemos dos grandes sectores pesqueros donde el gallego no solo es el sector más grande de nuestro país, sino de la UE. Y el otro sería el vasco con la flota atunera y cerquera.
¿Cuál es el valor añadido del FEMP, FEMPA ahora, gestionado desde los GALP respecto a otras ayudas concedidas desde la Consejería de Medio Rural?
Los GALP lo que tienen es la cercanía a los problemas del sector, es decir, tenemos siete grupos que conviven con el propio sector y se reúnen con los patrones mayores, de modo que los proyectos salen cubriendo unas necesidades. Si bien las directrices vienen marcadas por nosotros (la Comisión de Pesca), tenemos una vinculación muy directa con Reader y hablamos de las necesidades del sector. En el anterior ciclo teníamos claro que había que bajar la factura eléctrica porque una lonja tiene elementos que gastan mucha electricidad, como la fábrica de hielo, y teníamos que avanzar en ese sentido a través de los GALP. Prácticamente hoy todas nuestras cofradías tienen elementos que de alguna manera reducen la factura eléctrica mediante renovables. Y ésa fue una directriz que salió de la DG Pesca en combinación con Reader y los Grupos. Este ciclo seguiremos reduciendo la factura eléctrica pero avanzamos también en la mecanización de las lonjas: mecanizar todo el proceso de la comercialización, la carga y descarga, los pertrechos en todas nuestras lonjas. Aquí utilizamos todas nuestras ayudas a infraestructuras que tenemos o que anualmente sacamos con las posibilidades que tienen los GALP con las ayudas a entidades sin ánimo de lucro (las Cofradías).
El valor del GALP en todo esto es importantísimo. De hecho con Reader y los GALP estamos iniciando un proyecto que va a ser muy importante que es tratar de visibilizar lo que hoy es la actividad pesquera asturiana de carácter artesanal. Y estamos trabajando en ello. Es un proyecto que va directamente a la problemática del relevo generacional y que esperamos en el 2026 tenerlo listo y presentarlo a las cofradías y al resto de población.
Tienen entre manos también un proyecto de cooperación.
Otra situación que nos parece importantísima como motor del sector extractivo, es la parte de comercialización. Tenemos una flota artesanal que si algo tiene, son los pescados de máxima calidad, pesca al día, cercanía… Si nosotros hablamos de rentabilidad, tiene mucho que ver el precio del pescado como elemento diferenciador de calidad, y transmitirla a la población. ¿Cómo lo vamos a hacer? Tenemos la marca propiedad de la Federación de Cofradías, Pescados de Rula con ArteSano, y ahora queremos ayudar con un proyecto de cooperación de los siete GALP donde vamos a vincular la marca con la gastronomía y la restauración, con los restaurantes de nuestras propias cofradías, las villas marineras y sus restaurantes que quieran entrar dentro de esta marca, con un itinerario donde también aparezcan los museos de carácter marítimo, junto con los faros. De alguna manera el germen es la pesca artesanal y la calidad de nuestros pescados con sostenibilidad. Un proyecto que ya estamos trabajándolo y esperamos que sea una realidad en 2026.
Hablamos de un presupuesto donde el 18% se dedica al FEMPA.
Nuestro plan financiero es de 32,8 millones. De ese plan financiero que tenemos para el ciclo, el 18,5% lo destinamos al DLP, pero de ese 18, que son unos 6 millones, de ellos el 25% va a los gastos de funcionamiento de los grupos, con lo cual ayuda directa a las estrategias se quedan en 4,8 millones aproximadamente. Con la ayuda pública de los proyectos privados llegamos a unos 7 millones de inversión en el territorio a través de estas medidas. Parece poco dinero, pero como va tan dirigido a situaciones concretas, tiene mucha visibilidad. Con nada que hagas en los puertos, tiene un alcance importante. Los Leader son una millonada pero van a un territorio más amplio, y el FEMPA va a sitios muy concretos, como la senda marítima por la que pasa un montón de gente.
Hablábamos de los GALP como elementos clave, de la importancia del vínculo entre ellos y las Cofradías. ¿Esta sinergia qué efectos directos tiene?
Importantísimo. Las cofradías ahora mismo con los GALP han dado un impulso muy grande. La Cofradía de Bustio está totalmente desconectada con lo que eso significa, y se hizo a través del GALP. La factura eléctrica es uno de los lastres que tiene una cofradía-lonja como la de Bustio. La reducción de gastos fue importantísima. Prevemos una reducción de flota, que se traduce en una reducción de ventas en la Cofradía, por lo tanto hay que buscar alternativas y una de ellas es la reducción en la factura eléctrica.
A esto hay que sumar el actual descenso del consumo de pescado.
Bajó el consumo de pescado en la población, pero volvemos a la particularidad de la pesca artesanal al día, fresca, de máxima calidad donde nuestros pescados, a un menor o mayor precio, se venden siempre porque entiendo que no dejó de consumirse con la calidad que tiene. Lo que entiendo como un problema o una dificultad es el precio o el valor que debería de tener estos pescados de máxima calidad. Ésa es la dirección que nosotros queremos tomar, la calidad, la sostenibilidad de nuestros métodos de pesca, para que el valor de nuestros pescados sea superior a otros que vienen de la importación, la congelación, sin menospreciar. Pero nuestra pesca artesanal es otra cosa. Hay pescados para todo el mundo. Y que son principales para nuestra flota y que se venden fundamentalmente a hostelería directamente. Esa calidad es la que hay que potenciar.
¿La idea de integrar los GALP en los GDR es buena fórmula a replicar?
Hay regiones como Galicia que los GALP son solo FEMPA, pero Galicia es Galicia y el tema marítimo con las rías es otra cosa. Entiendo que aquí la estructura combinada es la adecuada. El año pasado tuvimos 162 proyectos en el FEMP con una ejecución del 96%. La población pesquera tampoco es tan grande ni la cantidad económica que distribuimos para hacer grandes cosas. El plan financiero depende del tamaño de la flota.
¿Tiene futuro del sector pesquero?
Home, por supuesto. Tiene problemas, como sector primario que es, pero entiendo que tiene futuro.
Volviendo a la necesidad de cambiar el relato, ¿cómo ve el relevo generacional desde el punto de vista como profesor?
Para iniciarse en la profesión pesquera hay dos capacitaciones obligatorias, que son dos cursos, uno de marinero pescador, unas 30 horas, cuya competencia es de la DG Pesca, y otro de formación básica que tiene que ver con la seguridad a bordo de los buques, unas 90 horas, la competencia es del Ministerio de Fomento a través de las Capitanías Marítimas. Esos dos cursos son imprescindibles para el embarque. Una de las cosas que nosotros hicimos quizás por mi vinculación con la formación y haber navegado, es facilitar de alguna manera el acceso a la profesión, y en este sentido hicimos una normativa nueva en lo que son las titulaciones competencia de la DG con un paso muy importante que fue hacer un proceso de acreditación de competencias por la experiencia profesional. Quizás fuimos una de las primeras comunidades autónomas en iniciar este tipo de procesos. Nosotros teníamos un problema: nuestros patrones de pesca tenían la titulación mayoritariamente de patrón local de pesca. En aquel momento esa titulación les permitía manejar una embarcación de no más de doce metros a un límite no superior de distancia a costa de doce millas, con lo cual para campañas como el bonito, por titulación, era una limitación muy importante. Lo que hicimos a todos esos patrones locales de pesca que tenían una cierta experiencia los sometimos a un proceso de acreditación de competencias por la experiencia profesional, de tal manera que más de 80 patrones locales de pesca asturianos tienen ya la certificación de patrones costeros polivalentes. Y actualmente con la titulación profesional podrían alcanzar las cien millas, es decir, hemos dado un salto de doce a cien millas, uno de los aspectos importantes y ahora a la espera de que se publique un Real Decreto que facilite también este salto que hemos dado por los días de mar en barcos menores de doce metros.
¿Qué obras de modernización se están acometiendo ahora mismo?
Con las ayudas a infraestructuras acabamos de terminar el tejado de Cudillero, metimos una fábrica de hielo en Lastres, vamos a hacer otra en Cudillero, derribar el tejado de Luarca y hacer una cancha nueva y estructuras nuevas en ella. Hemos metido grúas de nueva generación de descarga y carga de pescado en todos los puertos asturianos, y seguiremos modernizando nuestras infraestructuras. Por su parte los GALP están trabajando en la modernización y mecanización de los métodos de comercialización y de carga y descarga (traspaletas, embalaje…). Actuamos por varias vías en la modernización del sector.
Recientemente se ha retomado la actividad de la Comisión de Pesca de Reader. ¿Es una estructura necesaria para reforzar el papel de los GALP y las relaciones con la Consejería competente en la materia?
Me parece muy importante. Era uno de los aspectos que nosotros queríamos trabajar para que los proyectos que nos lleguen de los grupos sean ya unos proyectos previamente trabajados entre la DG, la Comisión y los propios grupos de tal manera que ciertas dificultades del pasado no nos lleguen al final de las decisiones y se tengan que tomar decisiones de no elegibilidad que siempre son desagradables. Va a cumplir una función trascendental en ese sentido.
Dígame algún ejemplo que considere modélico dentro de las ayudas concedidas desde los GALP asturianos.
El problema de tener tantos… Modélico es Bustio, totalmente desconectado de la red eléctrica. En caso de cofradías ése y el aula didáctica de Puerto de Vega: uno que tiene que ver con problemas medioambientales y factura eléctrica; y el otro con el relevo generacional y la transmisión de lo que fue la tradición pesquera en los pueblos. En el caso de las entidades privadas, destacaría la diversificación familiar en apartamentos rurales sin abandonar la actividad pesquera. En ayuntamientos hay muchos: la puesta en valor del patrimonio histórico y cultural del sector pesquero, como los murales del muelle de Candás o de Luanco, o las sendas costeras que transmiten el sentir del pueblo marinero.
¿Qué mensaje positivo de cara al futuro les daría al sector y a los GALP asturianos?
Yo creo estamos trabajando mucho la rentabilidad del sector; y no puedo olvidar que tenemos un sector pesquero de altura, que nutren a dos grandes lonjas, Avilés y Gijón. Comercialmente somos una región donde hay una actividad pesquera muy importante. Entre todas las lonjas igual mueven al año unos 60 millones de euros. En cuanto a la flota pesquera, actualmente tenemos puertos en los que se incrementa el número de embarcaciones, por ejemplo Luanco, con unas infraestructuras modernas, un plan de explotación del Cabo Pequeñas del Percebe y diferentes actividades que tienen que ver con el segmento de artes menores (nasas, aparejo de malle, palangre y captura de especies costeras principales como el bonito). A este tipo de flota le veo futuro por todo: primero porque si se trabaja bien, se trabajará en unas condiciones muy buenas; y en cuanto a la posibilidad de pesca, estas especies son importantes, por lo tanto hablamos de rentabilidad, con pescados que, por ser de cercanía, adquieren un valor importante; y por tanto este tipo de pesca tiene futuro.
Luego está la pesca de altura, con otra problemática derivada de que las mareas ya son más largas, y que esa posibilidad de hacer una vida normalizada en convivencia con la familia es más difícil. Aparte que tiene otras dificultades y se están nutriéndose de personas de terceros países fundamentalmente.
Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural


